¡FELIZ AÑO NUEVO 2023!

Año Nuevo... nuevos sueños, nuevas esperanzas. Un principio que da apertura a todo lo que ambicionamos, a todo lo que queremos hacer y no hemos logrado hasta ahora. Es bueno sentir esa sensación de comienzo cada año, porque significa que tenemos juventud, brotes pujantes y sanos que nos empujan a soñar. Soñemos generosamente y luego realicemos con inteligencia y constancia.

Al sonar las doce campanadas, que despiden al año viejo que se va, surge el año-niño, pujante y fuerte, con todas las incógnitas que tendremos que develar.

Sin embargo, no todo queda librado a soñar, sino que debemos poner al servicio de este nuevo año, lo mejor de cada uno.

Y tratar de cumplir con nosotros mismos, con los demás, con lo que alguna vez fue el motivo de vida.

Empecemos el año 2023 con una sonrisa confiada. Dios estará a nuestro lado y el camino a recorrer será hermoso y pleno de amor.

Es mi deseo, amigos.

Y estoy segura, que también es el de ustedes.

LA LUZ ERES TU

"Nunca apagues esa lámpara que eres, pues muchos necesitan de esa luz que irradias.... No importa si no alumbras como un faro, con esa pequeña chispa puedes alumbrar a todos a tu alrededor".
No hagas caso a la oscuridad, ilumina tu mundo con la luz que hay en ti mismo...
La oscuridad más terrible no es la que te rodea, sino la que te habita... Y la luz más bella no es la que te ilumina desde afuera, sino la que asoma su brillo desde adentro.
¡No exijas más luz que la necesaria para ver lo que tienes, la luz que irradias ilumina mágicamente porque viene del centro de tu corazón! 

LA VIDA ES UN ECO

Comienza un nuevo año... Levántate y agradece, levántate sonriendo... Honra tu fe. Desea siempre el bien, brinda bondad y corre tras tu felicidad. Cree siempre en ti, triunfa. Empieza el año con alegría. La vida es un eco. Lo que envías, regresa. Lo que siembras, cosechas. Lo que das, recibes. Lo que ves en los demás, existe en ti. Recuerda, la vida es un eco, siempre regresa a ti.

HAZ LAS PACES CONTIGO

Comienza un nuevo año...

Haz las paces contigo...
Por todo lo que hiciste o dejaste de hacer.
Por todo lo que arruinaste o perdiste.
Por todo lo que no aprovechaste.
Por todo lo que no te has permitido.
Por todo lo que aguantaste.
Por todo lo que te has negado.
Por todo lo que no viste.
Por todo lo que has callado y por lo que has dicho para dañar.
Por lo que has sacrificado.
Por lo que abandonaste.
Por lo que has saboteado para hacerte mal.
Acéptalo, acepta tus incapacidades, tus límites.
Sé humilde ante ti mismo;
y las complejidades de la existencia humana,
date una oportunidad. Y vuelve a empezar.

HONRAR A NUESTRA MADRE

Es compartir nuestros éxitos, subir al podio y graduar con honores. Es entender que su preocupación a equivocarnos será eterna, como eterno es su instinto que la aferra a nuestra infancia. Es mostrarle que al fin hemos crecido y que su obligación ha terminado. Es liberar a la "Mujer" detrás de la Madre; dejarle ser nuevamente esposa, hermana y amiga; respetar sus decisiones y deslindarla de creer que nuestra felicidad está en sus manos. Es dejar de cuestionar su proceder en nuestra crianza, ya que siempre fue movida por el amor, y en nombre del amor todo es posible. Honrar a nuestra madre es honrar su esencia: fuerte, inquebrantable, vulnerable, humanamente perfecta.

ESTE AÑO

Este año no quiero ningún regalo para mi. Voy a pedir para los que están sufriendo, para los que la vida les ha golpeado duro. Los que nunca han podido vivir una Navidad, ni celebrar un Año Nuevo. Solo me conformo con que el mundo se arregle un poquito. Menos hambre, menos violencia, menos guerras, menos enfermedades. Quiero ver a los niños con grandes sonrisas, sin sueños rotos. A los mayores con ilusión de vivir y viendo como crecen felices los más pequeños.

LA CADENA

A veces, cuando comienza un año, se nos ocurre pensar en cosas lejanas, sumergidas en un rincón del recuerdo. Por ejemplo: nuestra infancia feliz, segura, con un hogar pleno, un padre fuerte y recto; una madre cariñosa y honesta. Ese pequeño mundo de hogar que creíamos que iba a prolongarse en el mundo de los otros, en el tiempo de la madurez. De pronto nos encontramos con una verdad que lastima, porque en ese mundo de los otros encontramos seres buenos y malos. Por eso podemos recordar aquel día en que fuimos a buscar ayuda casi seguros de no hallarla. Y cuando dijimos nuestro problema, nos explicaron cómo salir de él. Nos ayudaron con la alegría de los buenos. Y volvimos a sentirnos seguros, capaces. Roguemos porque esa lección no se pierda en el vacío del olvido. Ayudemos como alguna vez nos ayudaron. Sigamos la cadena de la solidaridad, de esa que todos los días nos pone un eslabón ante los ojos. Devolvamos esa bondad con otra, hagamos lo mismo con alguien en similares circunstancias. Es la manera de pagar. Es la manera de decir que Dios está a nuestro lado, que los hombres no estamos petrificados, sino que seguimos siendo fraternales, solidarios.

LIBERARNOS DE LO NEGATIVO

Mi mayor deseo es que tengamos fe, ilusión y esperanza de comenzar un año mejor, que nos depare cosas buenas a todos, que nos traiga paz, amor y felicidad. Marcarnos una meta, porque una meta es un objetivo, pero también un final. Lo bonito de la vida es que hay objetivos que nunca son líneas de meta, sino punto de partida... Liberarnos de la amargura, de la tristeza, de la envidia, del egoísmo, de los rencores, de las malas caras, de pensar mal de los otros, de las clasificaciones absurdas.
Liberarnos de todo lo negativo que pueda privarnos de ser personas felices y honestas, llenarnos la vida de alegrías... amemos, perdonemos, disfrutemos la vida, seamos felices, porque el tiempo pasa y las oportunidades se agotan.